
Yo seré egocentrico, pero tu estúpido. Pienso en ti más de lo que te piensas, pienso continuamente en no hacerte daño, en no ser cruel, porque se que eres muy sensible y no entiendes las cosas mediante la razón. Tu me llamas egocentrico continuamente, y yo no digo nada, asiento, porque creo que es verdad... Pero tu eres estúpido y yo no te lo digo porque me ha tocado jugar las cartas del fuerte. Sí, también me caracterizará la megalomanía más mezquina, la que me hace pensar, y acertar, que estás muy por debajo de mí, por eso dejo que me pises, que me insultes, que me engañes y me abandones. Lo que no entiendo es por qué acabo con gente como tu, gente que considero tontita e insignificante... debe ser algun problema de autoestima o de carencia afectiva, quién sabe. Creo que tu sufrimiento siempre será mayor que el mío, porque tu sientes más, porque aun crees en el amor y en la lucha, como un soldado, y yo, en cambio, solo creo en mí, porque creo en mí, aunque no me respetes, pero se que me respetas y que me temes... Dices que no te he abierto el corazón, lo que pasa es que no entiendes mi corazón, porque tu tienes sentimientos y yo alma, tu corazón funciona como un telefilm y el mío es una película de Bergman. Cuando te digo estúpido no te insulto, no es una venganza ni quiero ser cruel. Te digo la verdad y por eso lo escribo aquí y no te lo digo, porque entenderías mal mis palabras, como algo rebuscado con una finalidad; y no es eso. Los tontos no entendeis que a veces las cosas y las palabras solo son lo que son y nada más.
2 comentarios:
Las palabras son lo que son.
Hubo un tiempo en el que creí en las palabras.creí en ellas hasta hacerlas mías. Las creí la mejor arma para conbatir la mediocridad imperante de este mundo, para hilvanarlas hasta convertirlas en un accidente hermoso parecido a la poesia, para convencer a ese alguien de que el mío era el amor más auténtico y profundo de este mundo, de que yo era el amor, y despues venia el mundo.
Ha pasado el tiempo y ahora no soy más que un inmundo pedacito de ese mundo,y las palabras, esas mismas, me han desterrado. O yo las he desterrado a ellas, no sé. La cuestión es que esas mismas palabras ahora suenan huecas en mi boca. igual de mediocres. Se han convertido en un torpe y pedante ejercicio de retórica. Ni tan siquiera me siento capaz de emocionar a nadie con ellas. Las he matado. Por eso necesito aprender a decir felicidad en polaco para volver a sentir que digo algo con sentido. Por eso supongo que cada vez hablo menos, quizá también porque tengo cada vez menos cosas interesantes que contar. Este vacío en mi intelecto supongo que ha agudizado mis carencias afectivas. Por eso debo intentar suplirlas con el cuerpo. Con el mío y sobretodo con el de los demás, cuantos más mejor. Pero esa opción es todavía más insatisfactoria porque si las palabras no me pertenecen ya, menos me pertenece mi cuerpo. Más bien me tiraniza. Soy esclavo de sus pulsiones, sus necesidades básicas, su dolor, sus placeres eventuales, su incomodidad...De esta forma mi cuerpo ha ido hablando por mí, en vez de hacerlo yo. Y no dice nada bueno...Por eso intento leer algo bonito en el de los demas, en sus cuerpos, porque en sus palabras muy pocos me lo ofrecen, o siguen interesándome.
Sigue creyendo en tí, aunque sea lo único en lo que creas. Yo espero volver a hacerlo algun día, para que puedas creer en mí como lo hago yo contigo y porque, al fin y al cabo es a lo único que le puedo ser fiel en esta vida, más allá de las ideas, las personas, y sobretodo de las palabras.
Estas fueron tus palabras, no las mías. Hay que cuidar las palabras, intentar ser exactos y no convertirlas en metáforas, las palabras no nos destierran, las desterramos nosotros no alimentando las ideas que las crean. Son las que hacen que las cosas existan de verdad, no solo en la realidad. Un cuerpo lo tiene cualquiera i cuanto más perfecto menos desafiante, la perfección casual (como la de los cuerpos) es complaciente con la naturaleza, obedece al ideal, pero no es de lo que hablábamos. Yo creo en ti y en Septiembre empieza de nuevo la vida, pasaremos del final de un círculo al otro, y aunque se repitan los esquemas, nosotros miraremos diferente, porque este es el gran cambio, la mirada sobre las cosas.
Publicar un comentario