... y por más que lo intento no encuentro el momento de huir...

Sento aquests dies com el cant de cigne de la meva joventut i no és per les arrugues de la cara, que no són tantes, suposo que és perquè sento ganes de parar i com que mai abans havia sentit això doncs resulta que no tinc on aturar-me i començo a esperar que aparegui una situació, una persona, una guerra o un meteorit que faci canviar el tedi, el record del passat en la seva caricaturesca manifestació en els gestos repetits de la gent que ha crescut amb mi i, clar, en els propis gestos. Em sento gran perquè sento les meves paraules com un eco: Somniar em sembla ridícul i qualsevol altra cosa em sembla vulgar... y por más que lo intento no encuentro el momento de huir...

RENCOR

¡Qué bello es vivir!

Es bello saber que te necesitan y que puedes ayudar, es hermoso salvar. Es bonito escuchar y comprender, pensar en los demás, olvidar lo feo que te han hecho. La fantasía y la imaginación son maravillosas...

Es bellísimo vivir y compartir nuestras vidas, lo que es horrible es saber que abusan de tu confianza, que la utilizan, es horrendo ahogarse en la mierda de otro cuando hace bastante que aprendiste a cagar en la taza y a tirar de la cisterna. Es feo el chapoteo de las palabras vacías y huecas del impostor, y perderse en ellas. Es feo cuando aflora el rencor sin saber que existía. La mentira y la traición son devastadoras, aunque se perdonen y se olviden durante un tiempo, porque solo el fuego hace desaparecer las cosas, pero el fuego primero quema, luego consume empezando por los bordes, después, justo antes de convertir las cosas en ceniza, las pone negras y estas desprenden un olor más ofensivo que el de la mierda que se te pega al pelo, a la ropa, a la piel.