jueves, marzo 27, 2008

DESESENCIALIZÁNDOME O SUPERESENCIALIZÁNDOME


Ninguna de las dos es correcta por imposibles y sobretodo la segunda por contradictoria. Vengo de unos días (o meses o años o quizá siempre ha sido así... y lo seguirá siendo)... Volviendo: Pues vengo de una época en la que en la última parte decidí esencializarme. Ha sido una labor más superficial que existencial, pero es que no acabo de comprender esto de la existencia y prefiero experimentar con la superficie. Pues esta operación consistía en recortar estridencias del tipo pelo, ropa y maneras de expresión: el pelo decidí tenerlo ni corto ni largo, ni recto ni escalado, en la ropa busqué los básicos y los colores más neutros e intenté ser más comedida con el volumen de mi voz y los movimientos demasiado exagerados... y cuál era el objetivo? Potenciar mi ego, creo. Poder captar la atención desde la invisivilidad sería el sumum de la vanidad, o quizá quería comprobar si era cierta esa fantasía de el "auténtico yo", una chochá, en realidad. Pues ya he acabado con esa época. La acabé haciéndome una marranada en el pelo con decolorante, lo mismo que hacía entre los 14 y los 2o años. Ahora quiero ser esa yo llamativa y un poco punk que sin darme cuenta estaba echando de menos. Pilar decía en su blog que quizá liberaría a la historia quemando su tesis doctoral... pues yo me quemo a mí, o quemo mi pelo con el decolorante, que es lo que he hecho, en realidad, y me libero de mi historia... Luego ya veremos que hago con todos mis adornos y mi superficialidad.