Mi gato me quiere mucho, muchísimo, es un pesado y exige mi atención constantemente. Si se hubiera muerto alguien que me amó pensaría que es una reencarnación. Ahora se restrega constantemente contra mi cara, mi brazo, mi barriga. Pobre Belcebú, hoy le hemos pisado la cola y se le ha quedado flaccida. No está rota, solo tiene tres vértebras desplazadas. Saber eso me ha costado 70 euros y algunos arañazos amorosos de Belcebú. Le damos cortisona, pero no se inflará, eso solo nos pasa a los humanos. A los gatos no les afecta negativamente ni la cortisona ni el valium... que suerte, por qué no han hecho esos medicamentos pare que no nos afecten negativamente a nosotros? Aunque las aspirinas pueden matarlos, pero tampoco tienen dolores de cabeza, al menos que nosotros sepamos.
Yo también quiero a Belcebú.